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El perdón es uno de los fenómenos más importantes en la relación con los demás. A lo largo de mi trayectoria profesional como terapeuta, me he encontrado personas dónde les costaba muchísimo pedir perdón, y otros que lo hacían casi de un modo automático, simplemente para saciar su sentimiento de culpabilidad.

El objetivo de este blog, es ofrecerte algunas herramientas o “consejos” para que cuando pidas perdón, este sea de verdad y que la otra persona lo pueda recibir.

Todos nos hemos equivocado alguna vez y hemos hecho sentir mal a otras personas a través de comentarios o acciones…cuando esto sucede y nos damos cuenta, se pone en marcha un mecanismo de auto evaluación que nos lleva a pedir perdón.

Me parece importante aclarar que cuando pedimos perdón, no tiene que significar que estamos equivocados y que el otro está en lo cierto, simplemente significa que valoramos una relación mucho más que a nuestro ego.

Muchas veces usamos el perdón simplemente para quitarnos la culpa de encima…y pedimos perdón sin más…pero es importante tener en cuenta que para la persona “dañada” necesita saber que la disculpa no es un mero trámite…

Por mi experiencia y recorrido personal, para pedir perdón, es muy importante que primero nos hayamos perdonado a nosotros mismo…sino es así, mejor esperar a pedir perdón…una vez me he perdonado a mí mismo, y he podido sentir y sostener el “daño” causado a otra persona, entonces estaré en buen lugar para pedir perdón.

¿Y como tiene que ser este perdón?

Este perdón tiene que ser breve y dulce, importante no hablar de uno mismo, ni justificarse, la persona “dañada” no está para justificaciones, ya que muchas veces la otra persona lo puede interpretar como una acción para quitarte la culpa y eso no ayuda.

Por más que te cueste, importante no pedir que la otra persona te disculpe, si es así, será maravilloso, pero eso nunca tiene que ser lo más importante…recuerda que el objetivo que buscas en este perdón, es demostrarle a la otra persona que te importa el vínculo que tienes con ella, más que tu propio ego.

Una vez has pedido este perdón…una buena opción, es decirle a la otra persona como puedes arreglar el daño causado, si es posible…esto permite a la otra persona, ver que tu perdón no es interesado, y que lo sientes de verdad y que no volverá a ocurrir, esto último es muy importante.

Otras pautas que te pueden ayudar, en este pedir perdón desde la autenticidad, es no usar “muletillas” tipo, “perdona, pero no lo supe hacerlo mejor” o “estoy fatal por lo que te hice…” eso probablemente pueda confundir a la otra persona ya que puede pensar “quién me dice a mí, que la próxima vez lo sabrá hacer mejor”… recuerda que la otra persona se siente dolorida, y necesita un proceso para asimilar tu perdón…y ninguna justificación o victimismo aliviará su dolor.

Un perdón auténtico, necesita de mucho amor, de dosis de paciencia y de mucha consciencia.

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