Para la psiquiatría tradicional, una persona con síntomas como corrientes por todo el cuerpo, temblores, luces brillantes, miedo a la locura y a la muerte, seria etiquetado como psicotíco.
Muchas culturas han constatado el poder sanador y reestructurador de la psique que tienen las crisis espirituales.
La psicosis se caracteriza por la incapacidad de percibir el mundo de un manera normal, de pensar y responder, y comportare emocionalmente de una manera social y cultural aceptable.
La psiquiatría ha encontrado el origen orgánico de algunos de los estados psicóticos tratándolos adecuadamente con fármacos, pero todavía hay muchas psicosis de origen desconocido.
La psicología convencional por otro lado solo busca el origen del trauma en el periodo biográfico del paciente. Esto es una limitación para la psicología transpersonal.
Carl Gustav Jung, fue el primer en no considerar la experiencia mística como fenómeno patológico, que situó en el inconsciente colectivo, imágenes y motivos realmente universales, que después se representan en la mitología, cuentos infantiles, imágenes religiosas de todas las culturas y a lo largo de toda la historia de la humanidad.
Jung consideró que la emergencia espiritual era una manifestación del inconsciente colectivo que no implica necesariamente un estado patológico por parte del paciente. Que salga este material a la superficie pude tener un efecto sanador por sí mismo, sobre todo si se acoge y se integra en las condiciones adecuadas.
La promesa y el peligro de la emergencia espiritual:
Aunque la crisis puede ser una etapa dura y difícil puede tener un potencial sanador por sí misma y es una oportunidad de crecimiento y puede activar cambios muy positivos en la vida de la persona, sin embargo este potencial positivo, puede verse reprimido por prácticas profesionales poco sensibles con las experiencias místicas y espirituales. El uso de antidepresivos y tranquilizantes puede ser muy contraproducente.
Detonadores de las crisis de transformación:
Se pueden identificar varias causas que desencadenan la crisis. Un hecho emocionalmente relevante como la muerte de un pariente, una operación, un parto, un aborto, el despido del trabajo, una ruptura sentimental, experimentar con drogas, la meditación profunda, el yoga kundalini, la contemplación y otras.
Mapas internos de la emergencia espiritual:
Se pueden establecer tres categorías principales según el periodo vital del sujeto a las que hacer referencia un extenso espectro de sensaciones y experiencias generadas en la emergencia espiritual:
-Biográficas: Ayudan a revivir y sanar hechos traumáticos de la vida actual del sujeto.
-Perinatales: Se centran en la muerte y el renacimiento. Revivir el propio nacimiento frecuentemente nos conecta con experiencias espirituales, infernales y demoniacas. La presencia de arquetipos junguianos en las visiones perinatales hacen pensar que es un puente entre el inconsciente colectivo e individual.
-Transpersonales: Experimentarnos como si fuéramos terceras personas en otras culturas y otros tiempos. Nos identificamos con animales, minerales, objetos, seres de otras dimensiones. Percibimos el mundo traspersonal tan “realmente” que no se puede distinguir la realidad consensuada de la experiencia alterada.
Las experiencias transpersonales desafían la lógica, el sentido común y la ciencia del mundo tridimensional y ponen en evidencia a quienes afirman que la conciencia es el producto de procesos químicos y orgánicos ubicados en el cerebro físico
Es más importante aprovechar y canalizar por el bien del sujeto el potencial sanador de estas experiencias que verificar su autenticidad histórica o científica. Permitir expresar los elementos perturbadores, experimentarlos y analizarlos hace que pierdan el poder traumatizante para que pueda convertirse en un proceso sanador, física, mental , emocional y espiritual.
Formas de emergencia espiritual:
Cada proceso es individual y personal, no hay dos de iguales. Y no hay fronteras nítidas que limiten y separen el inconsciente individual del colectivo. Dicho esto podemos clasificar algunos grupos o tipos de emergencias:
1.- La crisis chamánica:
Es la más antigua de las tradiciones culturales. Se experimentan de forma espontánea y el miembro de la tribu pasa a ser el hombre medicina del grupo. A occidente serían tratados como psicóticos.
2.- El despertar de la kundalini:
Es un proceso valorado como muy beneficioso a pesar de compuerta algunos síntomas que pueden ser difíciles de controlar como emociones muy fuertes, visiones, temblores y otros.
3.- Episodios de Conciencia de unidad (Experiencias cumbres):
Son experiencias en las que se vivencia lo sagrado, la unión con Dios. El tiempo y el espacio se trascienden. Conducen a la autorrealización y a una comprensión del mundo y del universo.
4.- Renovación psicológica mediante el retorno en el centro:
Primero hay una lucha interna entre Dios y el diablo, la luz y la oscuridad, el cordero y el mal, que se acaba resolviendo en experiencias cada vez más extáticas. Lo masculino y lo femenino de la personalidad llegan a un equilibrio. Nos ponemos en contacto con el Ser. Hay una transformación del mundo interior hacia la individuación.
5.- Crisis de apertura psíquica:
Se agudizan las capacidades intuitivas y aparecen algunos poderes “paranormales”. Clarividencia, telepatía, pre-cognición. Estos poderes se pueden usar correctamente o no, depende de la persona. Son fenómenos poco frecuentes pero pasan y la psiquiatría convencional los considera como trastornos mentales.
6.- Experiencias de vidas anteriores:
Se produce una firme convicción de haber vivido personalmente aquella escena en otros tiempos y cultura. Se recuerdan muchos detalles. Da comprensión a cosas que nos pasan en esta existencia como las malas relaciones o hechos que no tienen ninguna lógica y cuando aparecen los hechos en otras vidas hacen que todo encaje perfectamente.
7.- Comunicación con guías espirituales y “canalización”:
Informaciones recibidas que se pueden constatar a posteriori como ciertas y de las que el sujeto no podía tener conocimiento previo, demuestran que el fenómeno es verídico e implica el contacto con conciencias inmateriales.
8.- Experiencias próximas a la muerte:
Experiencias de personas que han estado clínicamente muertas y han devuelto a la vida explicadas por los mismos protagonistas evidencian que el que dicen muchas tradiciones espirituales es cierto. Hay conciencia después de la muerte. Esta vivencia cambia la visión del mundo, el cómo viven la vida y el sistema de valores y creencias de las personas que las experimentan.
9.- Experiencias de contactos con ovnis:
Jung lo describió como el encuentro con seres arquetípicos del inconsciente colectivo. Seres reales del mundo tridimensional. En este y otros casos de los puntos anteriores puede haber algo del que Jung denominó “inflamación del ego”, cuando el sujeto se siente especialmente escogido por los extraterrestres, Dios, los guías, los ángeles o quienes sean.
10.- Estados de posesión:
Sentimiento de que algo externo controla nuestro cuerpo, mente y/o personalidad. Es hostil y perturbador. Puede cambiar la voz, expresión de la cara, no se controla el comportamiento.
Las emergencias espirituales desafían la visión que tenemos del mundo y sus entidades. Las crisis transforman a las personas, sus creencias, visiones, comprensiones y valores con los que vivimos la vida.
Solo hace falta que las personas que tienen una crisis encuentren el respeto, la acogida y la comprensión que hace falta para poder hacer una buena integración de todo lo que viven y sienten. Así la crisis es una beneficiosa experiencia transformadora.
Video Crisis Emergencia Espiritual
(Del libro: El poder curativo de las Crisis. Editorial Kairós)